La Biblia es una compilación de textos que
en un principio eran documentos separados (llamados «libros»), escritos primero
en hebreo, arameo y griego durante un periodo muy dilatado y después reunidos
para formar el Tanaj (Antiguo Testamento para los cristianos) y luego el Nuevo
Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana.
En sí la Biblia fue
escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (entre el 900 a. C. y el 100 d.
C.). El pueblo judío identifica a la Biblia con el Tanaj, no consintiendo bajo
ningún concepto el término Antiguo Testamento y no acepta la validez del
llamado Nuevo Testamento, reconociéndose como texto sagrado únicamente al
Tanaj.
El canon de la Biblia que conocemos hoy fue
sancionado por la Iglesia católica, bajo el pontificado de san Dámaso I, en el
Sínodo de Roma del año 382, y esta versión es la que Jerónimo de Estridón
tradujo al latín.
El Antiguo Testamento narra principalmente
la historia de los hebreos y el Nuevo Testamento la vida, muerte y resurrección
de Jesús, su mensaje y la historia de los primeros cristianos. El Nuevo
Testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia al
Antiguo Testamento de la versión de los Setenta, traducción al griego del
Antiguo Testamento realizada en Alejandría (Egipto) en el siglo III a. C.
Para los creyentes, la Biblia es la
principal fuente de fe y doctrina. En el siglo XVI los diferentes
movimientos de la Reforma Protestante comenzaron a experimentar un alto
desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros; para menguar
este problema se definió el principio llamado "sola escritura", que
significa que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina
cristiana. Esta
divergencia entre cristianos se intensificó después de 1870, cuando el papa Pío
IX declaró que ―como único «sucesor de Pedro», y consecuentemente, «custodio y
depositario de las llaves del Reino de los Cielos»― era infalible en asuntos de
fe, moral y doctrina cristiana (dogma de la infalibilidad papal). Mientras que
los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza
única de la iglesia a Jesucristo. Para ambas partes esta gran diferencia ya no
es considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos, sino como
designios divinos plasmados y asentados en la Biblia misma.
Para los judíos ortodoxos, por supuesto, el
Nuevo Testamento no tiene validez. El rabínico considera como fuente de
doctrina el Talmud, mientras los caraítas defienden desde el siglo VIII el
Tanaj como única fuente de fe.
http://es.wikipedia.org/wiki/Biblia
http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM
http://es.wikipedia.org/wiki/Biblia
http://www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM